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5  defectos por los que renunciar a la compra de un coche de segunda mano
  • 28/03/2022

5 defectos por los que renunciar a la compra de un coche de segunda mano

A la hora de enfrentarnos a la compra de un automóvil usado, sobre todo si no somos aficionados a la mecánica, siempre nos surge la duda sobre el estado del mismo. ¿Estará en buenas condiciones? ¿Me darán gato por liebre? Son muchas las dudas que pueden llegar a echarnos para atrás. Con el objetivo de que evitar este aspecto, hoy os vamos a explicar una serie de errores con los que debes descartar la compra de un coche de segunda mano al instante.

 

En la actualidad hay dos maneras de adquirir un automóvil usado: se lo compramos a un particular o en un concesionario de vehículos de ocasión. En el primer caso desconocemos cómo ha tratado el anterior propietario, por lo que convendría ir a un taller a que le echen un vistazo. Si optamos por un negocio con experiencia, ellos nos darán un vehículo en buenas condiciones. Más que nada porque si venden unidades con fallos, sería tirarse piedras contra su propio tejado. En un negocio especializado los modelos están revisados, con kilometraje certificado y con garantía. En cambio en uno usado, desgraciadamente, no sería la primera vez que timan a una persona. Por eso, si no tienes los conocimientos necesarios, aquí te damos algunas pautas que te harán renunciar a su compra.

 

Documentación del vehículo

Asegúrate que el automóvil tiene la documentación en vigor. Permiso de circulación, ficha técnica y el seguro del vehículo son tres archivos fundamentales que deben estar vigentes y con su recibo. También debemos comprobar que los datos sean los mismos en todos los papeles para que no haya gato encerrado.

Comprobar estado del embrague

Tras cerciorarnos que la documentación está en regla, toca asegurarse del estado del automóvil. Aunque no tengamos ni idea de mecánica, hay una serie de aspectos que se deberían revisar. El primero de todos ellos es el embrague. Para comprobar su estado una vez que el vehículo esté encendido metemos la marcha más larga y soltamos el pedal de golpe. El coche se debería calar de manera inmediata, si no es así descártalo.

Pérdida de líquidos

Si detectamos bajo el coche alguna mancha de líquido, no es una buena opción. Esa suciedad puede ser de gasolina, de aceite o de líquido refrigerante. No sabremos el tamaño de la fuga por lo que lo más indicado será renunciar a él.

Color del humo

Tras asegurarnos que el automóvil arranca a la primera, echar un vistazo al color que sale del tubo de escape no está de más. Si es blanco, puede que el líquido refrigerante haya entrado en el motor. Si es negro, la combustión del motor no es la adecuada. Ambos casos suponen un problema, así que a mirar otro.

Cambio de marchas

El uso constante de las marchas hace que aparezcan defectos y su reparación no es especialmente barata. Por eso a la hora de comprar un coche de segunda mano, asegúrate de que no haya holguras y que se metan con facilidad. Asimismo, convendría certificar que no se salen durante la marcha y que no “rasquen” al reducir.

Si por cualquier circunstancia, no quieres verte envuelto en este tipo de examen. Lo más indicado es que acudas a un concesionario de coches de segunda mano. En él, además de contar con un automóvil revisado y con la documentación en regla, podrás optar por diferentes modelos y marcas. Sin contar que un equipo profesional y con experiencia podrá asesorarte sobre qué tipo de vehículo es el más indicado según tus pretensiones.